Gran
parte de los problemas visibles de la educación se los debemos en el último
tiempo gracias al movimiento pingüino a mediados del 2006 y el movimiento
estudiantil a partir del 2011. Estos movimientos sociales, pusieron en el
tapete el gran problema que existe en educación actual. Y resulta que ahora, luego
de estos ejemplos “revolucionarios”, nos damos cuenta que no hay nada más desigual
e injusto que nuestro sistema educacional Chileno.
Entonces,
es casi evidente que estamos ante uno de los artífices en la distribución y
contribución de la desigualdad en Chile. Incluso después de 20 años de gobierno
de la concertación, esta desigualdad llegó a ser mayor ya que fue teñida solo de
algunos barnices que camuflaron el fondo de las cosas. Sin embargo, esto no es
justificación para no crear una política desde la descentralización con un
curriculum mucho más integral.
Respecto
a esto, quisiera referirme a 6 (seis) nudos críticos y fundamentales dentro de
un complejo entramado de situaciones educativas que no son posibles de resolver
por si solas, pues cuando se ataca una, el resto se encarga de “empujar el
carro” para atrás acrecentando la diferencia.
- Influencia desmedida del
capital social en los resultados educacionales de Chile, es decir, cuando
se nace en un hogar con cierto capital social y si a eso le agregamos el
“dime de que región eres”, puedo pronosticar con un 90% de acierto “donde
terminarás”. Entonces todo el esfuerzo que hacemos en el sistema los
profesores para que los estudiantes logren algún aprendizaje -raya para la
suma- sería un aporte de casi un 0,3% de su formación. Y para colmo de
males, esto es parte de todos los niveles sociales, unos más que otros
claro. Pues la diferencia es que algunos partimos de más abajo.
Entonces
sistema educacional requiere un valor agregado, pues si los padres fuesen más
astutos, no deberían enviar a sus hijos a la escuela, deberían contratar a
alguien que les enseñe un poco y luego presentarse a dar exámenes libres, pues
la diferencia en los resultados seria la misma.
2.
La
movilidad social es un mito, es cierto que han existido desplazamientos pero es
porque siempre no hemos movilizado. Pero lo que ha sucedido –ejemplo- es lo que
acontece en una fila en el banco, el guardia instala estos caminos que parecen
laberintos, y parece que uno se acercó más a la caja. Pero lo que sucedió es
que nos cambiaron el orden visual y entonces parece que estamos más felices por
llegar antes, pero esa movilidad nunca sucedió. Chile en este caso funciona así
porque se ve más cerca de los que creemos.
Entonces
los estudiantes de regiones tienen garantizada la desigualdad pues están dentro
de ella, y no tiene un capital suficiente de relaciones –requisito- para insertarse
de forma igualitaria y competitiva en el mundo laboral. No siendo un tema de
capacidad, sino de oportunidades, ya que primero están quienes vienen de
Universidades más “pintosas” y ver cómo funcionan para que luego te corresponde
a ti, y demuestres que tienes las competencias para optar a “ser igual” que los
demás.
- Incremento de la
Segregación social y territorial, donde Instituciones estatales hacen lo
que pueden pues existen problemas de financiamiento regional, subsidio
basal bajo por parte del estado, y para poner la guinda de la torta, contamos
con financiamiento compartido, que solo ha ayudado a aumentar la
desigualdad.
Y
para eso no hay que culpar a “Don Augusto y sus Boys”, pues fue realizado en Democracia.
Logrando con gran éxito segregar aún más el sistema escolar, posibilitando la
selección de estudiantes, pues a las instituciones se les paga lo mismo por
quien tenga en sus aulas.
Por
lo tanto si es posible “elegir” entre los “pobres y no pobres”, prefiero los
“no pobres” y dejo a los otros al sistema público, o a quien los quiera recibir
provocando dramáticas consecuencias en el paradigmático diseño instrumental.
Pero
alguien puede decir, “…es lo que recibimos de la dictadura…”. Sí, es cierto,
pero hemos tenido bastantes años para resolver el tema.
- Serios problemas de
aprendizaje demostrados en mediciones nacionales e internacionales. Pero
lo que hace aún más complicado el panorama, es que no sabemos por dónde
ir. Es cierto, hay algunas pistas, pero en el fondo solo hemos dado tumbos,
y requerimos urgentemente solucionarlo.
- Problemas de
financiamiento educativo inadecuado que no capta el fenómeno del sistema o
se adapta las problemáticas del siglo XXI. Este, no favorece la
sociatividad de las instituciones, encasilla a los más pobres y los va
excluyendo del sistema, provocando inconsistencia en el proceso educativo
y faltando al derecho de una educación de calidad. Y cuando se trata de explicar
el engendro de subsidio que tenemos por asistencia diaria promedio de los
estudiantes, es hablar en otro idioma.
Como
explicar que este país diseñó un sistema tan horrible y que se ajusta al
promedio de asistencia del estudiante, cuando existen costos fijos y un acto
voluntario de asistir o no a clases. Sin pensar que la gente se enferma (describiéndolo
más bien como un acto paternalista) y si esto sucede, las personas no van al
establecimiento porque es una variable que no se puede manejar. Y mientras más
vulnerable sea la población, más se enferma.
Pero
esto parece tan normal visto en nuestro exótico vivir que “afortunadamente”
esta idea no ha sido copiada, y sigue siendo parte de nuestro patrimonio.
- Institucionalidad de la
educación pública, lograr des-municipalizar y articular el curriculum
nacional, pero no como agenda sino como una acción totalizadora centrada
en las regiones, con entidades sub-autónomas que logren cohesionar las
acciones de inconsistencia curricular, mecanismos implementación y evaluación.
Que hasta hoy, solo existe una esquizofrenia particular entre el Simce,
PSU, MBD, MBE, Evaluación Docente, pues muestran a ciencia cierta una
necesaria intervención de los procesos en materia curricular. Existe
urgencia de aplicar una política educacional integral y no de soluciones
micro políticas que surgen a medida de cada “Toma o Marcha”.
Entonces
es hora de atender a la capacidad de direccionar nuestro valor. El futuro debe
ser desde la acción y no como un acto contenido de buena crianza del señor
feudal, sino como un derecho ciudadano de relacionarnos y tomar decisiones
autónomas regionales.